Miles de personas se quedaron esta madrugada sin electricidad en la ciudad de Odesa del sur de Ucrania, como consecuencia del que es el primer ataque ruso después de que fuentes de la Casa Blanca informaran de la interrupción temporal de toda la ayuda militar que EEUU envía a Ucrania.
«Debido al ataque, hay daños en la infraestructura de energía», explicó el gobernador de la región de Odesa, Oleg Kiper, que agregó que el bombardeo hizo que dejaran de funcionar varias calderas necesarias para el suministro de calefacción que después han sido puestas en marcha con generadores.
Al menos cuatro personas han resultado heridas en el ataque, que provocó daños en viviendas particulares y en un centro de negocios.
Según el gobernador de la región de Odesa, los trabajadores del sector eléctrico han logrado restaurar el suministro de electricidad a siete mil hogares afectados. Los trabajos de reparación continúan en algunas partes de la ciudad.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha advertido de que Ucrania necesita que continúen los envíos de sistemas y municiones de defensa antiaérea para poder seguir protegiéndose de los ataques de Rusia, que lanza cada noche más de un centenar de drones de ataque contra la retaguardia ucraniana.